…..me
acercaba a lomos de Sinfonía, mi linda y testaruda yegua, al muelle donde
partían las impetuosas naves de grandes velas con los colores de la Corona de
Aragón, pues hoy, parten hacia Constantinopla, la capital del Imperio griego,
tres grandes Damas, Hispanas naturalmente y grandes no por sus carnes, que
también, sino por el músculo que es preservado debajo de unos de sus pechos, más
concretamente el izquierdo.
-¡Maríaaaaaaaaaa!
Grité con fuerza, pues zarpaba en breve la nave.
-¡Queeeeeeee!
–Contestaron dos de ellas a la vez, pues tenían por nombre María.
-Cada día al
alba y antes de almorzar saldré sobre la hierba verde a los pies de mi cabaña
en lo alto d’es Puig Major y pondré en práctica el silbo, el buen arte de
silbar y comunicarte de un monte a otro, como me enseñó Pedro, el Gomero, y
espero que estén vos haciendo lo mismo arriba del gran monte Olimpo. –Les
sugerí a las tres mientras me miraban como si estuvieran con un loco.
-Tengan
cuidado cuando vayan por las callejuelas de aquel Imperio, que aunque lleve en
el poder mas de mil años Bizancio nunca se sabe lo que puede pasar. –Les dije a
las tres Damas.
-Cisvirer,
nos tomáis vos por unas Damas enclenques, pensad que tomamos clases de defensa con
vos. –Me contestó una de las tres.
-Por eso
mismo……
Hoy, día 25 de octubre de 2012, parten hacía Grecia tres
aventureras en busca de algún tesoro, tres abuelas corajes, tres mosqueteras
que saben recortar con florete en mano en tiempos de crisis repartiendo tapers
entre sus hijos, tres en raya (porque como las dejes ponerse en línea, no paran
y sino que se lo digan a las abuelas del apartamento de al “lao” de sa colónia
de sant Jordi); en fin, que cada vez que leáis esto pegado en la puerta del camarote
asignado en el crucero, penséis que todo lo que no hagáis ahora, ya no lo
haréis, o sea que suerte y al toro.
Obs. Que os diga esto, no
quiere decir que vayáis a hacer un “calvo” por la ventana circular del camarote
a modo de despedida…
Buen viaje
a las tres.
María Martínez, Pilar carpintero y María Jorge.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Personas son, las que utilizan palabras sin ánimo de herir sensibilidades u ofender a otros semejantes. Aquel que no respete esta máxima, no hace falta que pierda el tiempo...