…..me
estaba imaginando lo contento que estaría el Eládio, el campesino, sabiendo que
le faltaban tan solo cinco letras para pagar sus Tierras y estar pues sin
deudas, la verdad es que lo había pasado bastante mal en ocasiones, pues muchos
años las cosechas no salían del todo bien y se tenía que retrasar en los pagos,
generando así mas intereses de demora.
-¡Eladio!
Sabía que tendrías dibujada una sonrisa en la cara. –Le dije mientras bajaba de
lomos de Sinfonía.
-Cierto
es, Cisvirer, no sabes lo contento que estoy hoy, saber que si vienen mal las
cosechas, pues comeremos un cacho pan con un tomate y ya, pero no tendré en la
conciencia que debo monedas a nadie. –Me contestó aliviado.
-Me
alegro amigo mío….
Como dirían en el fútbol, una manita,
cinco y listo, esas son el número de letras que me quedan para no tener que
pronunciar más la palabra: hipoteca.
Contaré
con agrado, como lo hacíamos en el servicio militar, los días que nos faltaban
para recibir “la blanca”.
Octubre,
noviembre, diciembre, enero y febrero…¡cha chann! se acabó.Como dicen los magos.
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Personas son, las que utilizan palabras sin ánimo de herir sensibilidades u ofender a otros semejantes. Aquel que no respete esta máxima, no hace falta que pierda el tiempo...