….la hierba era de un
verde intenso, el aire soplaba con suavidad y allí estaba ella, con los
cabellos en forma de largos tirabuzones negros, que se agitaban sin parar, sus
ojos alumbraban la tarde de otoño en la que nos encontrábamos, sus labios entonaban
una sonrisa y entonces ella me llamaba:
-¡Cisvirer! Tenéis la
merienda preparada, avisa a tu padre.
Entonces yo iba
corriendo ladera abajo donde estaba mi padre con el arco, intentando cazar
algún animal, guardaba la flecha que le quedaba entre sus manos y se agachaba a
recoger unas flores silvestres al mismo tiempo que me decía:
-Toma, regálaselas a
tu madre.
-¡ahora voy! Decía yo,
mientras me dirigía hacia ella dejando a mi paso un sendero entre las hierbas
altas.
Se las entregaba,
recibiendo a cambio miles de besos y cosquillas por todo el cuerpo que hacía
que me cayera encima del mantel que había puesto para la merienda, la expresión
de sus ojos, lo decía todo, el orgullo de Madre que sentía y el hecho de haber
sido yo, su hijo, quien se las entregara, hacía que nos irradiara Felicidad a
mi padre y a mi……
Celebramos probablemente, el día más
importante del año, es cierto y un servidor defiende la igualdad siempre pero
también es cierto que la mujer verdadera, jugaba, juega y espero que jugará en
el futuro también, un papel muy importante en el seno de la familia, por eso y
por todo lo que se merecen:
Felicidades Mamas.
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Personas son, las que utilizan palabras sin ánimo de herir sensibilidades u ofender a otros semejantes. Aquel que no respete esta máxima, no hace falta que pierda el tiempo...