…..muchos muchachos del pueblo estaban jugando en la plaza mayor del Reino, ataviados todos con
ropajes diversos pues representaban un fortín, había damas, Caballeros, nobles,
clérigos, etc.
-Eleonor eres la dama más
preciosa del Reino. –Le dije a una niña que vestía de soberana.
-Pascual eres un
príncipe aguerrido. –Le dije a un muchacho vestido con prendas nobles.
-¡Caballero Ignacio! tu
caballo es puro y de raza y la espada que portáis es digna de un Caballero como
Vos. –Le dije a un muchacho que llevaba entre sus piernas a modo de caballo una
rama gruesa con un trozo de tela rellena a modo de cabeza.
-¡Cisvirer! A que no
me atrapáis…..
Una frase en la memoria de cualquier niño o niña de los de
mi época infantil la he escuchado esta mañana, estando en un cumpleaños del
hijo de unos amigos, Pablo y Francisca, al entregarle los regalos de diferente
índole a los cuales respondía con su sonrisa particular pero dejandoselos a su
madre a buen recaudo y saliendo corriendo con sus compañeros de escuela por el
lugar donde nos hallábamos y entonando en forma de canción esta frase tan
particular y que hacía tiempo que no escuchaba:
...a que no me pillas…..
Mientras dure esa
inocencia, seremos felices.
Felicidades Nacho.
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Personas son, las que utilizan palabras sin ánimo de herir sensibilidades u ofender a otros semejantes. Aquel que no respete esta máxima, no hace falta que pierda el tiempo...