..llegamos a una cala donde el agua era transparente y olía a sal, Sinfonía, mi yegua, se abalanzó sobre la mar para refrescarse.
—¡rebózate,
rebózate, en la arena! Luego ya sabes lo que toca, ¿no?, pues eso cuando
lleguemos a la plaza del Reino te metes debajo del caño de agua de la fuente. —Le dije a Sinfonía.
—.iiiihhhjjjiiihhhjjjj..—relinchó.
—Tú relincha, que
el que relincha el último…..
Ayer por la tarde elegimos la cala Bendinat
al lado de Sa Platja de S’Oratori, ay qué bien se está en el agua…
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Personas son, las que utilizan palabras sin ánimo de herir sensibilidades u ofender a otros semejantes. Aquel que no respete esta máxima, no hace falta que pierda el tiempo...