—Toma pequeño y no llores. –Le dije.
—¡Gracias señor! –Respondió al tiempo que la lanzaba.
— Bien hijo, bien…
Conversábamos
de cosas que no tenían ninguna importancia para alguno que pasara por la
fresquísima noche en es Pont d’Inca de este pasado sábado 14 de julio y que a nosotros
en particular nos hacía que transmitiéramos nuestras emociones y sensaciones al
hablar de una cosa tan sencilla como los Weebles.
¿Qué, que es esto? Pues me enteré hace tres días, cuando
en esta mágica noche y empezando a hablar de juguetes de los de antes, salieron
los Weebles, ¡te tengo que dar la razón, primo! Je, je, je…
Pongamos un Weeble, en nuestras vidas..
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Personas son, las que utilizan palabras sin ánimo de herir sensibilidades u ofender a otros semejantes. Aquel que no respete esta máxima, no hace falta que pierda el tiempo...