...me dirigía presto y montado a lomos de mi yegua Sinfonía a ver a unos aldeanos del Reino que me habían pedido que acudiese por unas disputas en torno a la aldea.
- ¿Qué sucede compañeros? -dije en voz alta al llegar por una callejuela fría y empedrada de aquella aldea.
- Nada Cisvirer, que no tenga solución; este campesino no quiere entrar en razón sobre las tareas que tenemos que hacer entre todos. -contestó Esteban, uno de los habitantes de esa aldea.
- A ver Fabián, ¿qué nuevas me traes? -le pregunté con cariño.
- ¡Que no tengo tiempo de hacer tantas cosas a la vez! y estos de aquí más les sobra el tiempo y están matándolo en la taberna del Tomás.
- ¿Es eso cierto Esteban? -le pregunté con la mirada firme y clavada en dirección a sus ojos....
Son muchas las cosas a las que me dedico, y sin llegar a la prepotencia, diría que demasiadas; pero bueno, es lo que hay y a veces tienes que tomar decisiones que nunca hubieras pensado cuando eras un chaval inocente y que un par de décadas más tarde ibas a tener que tomar y enfrentarte.
Estar antes de las siete de la mañana en pie para empezar con los estudios y acostarte al llegar del trabajo pasadas la una de la madrugada, no es santo de mi devoción, pero, es lo que hay. Los años pasan y no perdonan y cuando echas la vista atrás notas, como se escapan sin darte cuenta no solo los días, las semanas y los meses, sino que también, los años, esos 'no' aliados que hacen de tu vida un breve paso por La Tierra.
¿Que me estad contando? ;)
ResponderEliminarParece mentira Princesa, que no sepas, que en este caso y solo en este caso, te cuento un cuento, primero, y luego.....la Realidad.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte para ti y los tuyos.