….¿que estaría haciendo el viejo Martín? Me preguntaba mientras
me proponía ir hacía su cabaña en la aldea del río.
Estando cerca ya, decidí coger unas flores para su señora, la
cual siempre me deleitaba con sus guisos de legumbres varias, carne que el
mismo Martín cazaba y verduras de su huerta.
-¡Hay alguien! Exclamé con voz firme y segura, al oler ese guiso
que venía de la cocina.
-Pasa Cisvirer, estoy aquí. –Me dijo Alexandra.
-Hola sra. Alexandra, eso debe estar de muerte. –Le dije sin
contemplaciones.
-Ayyyyyyyy, bribonzuelo, sabes mas que los jabalíes de los
alrededores. –Me dijo sonriendo.
-¿Qué pasa aquí? –Dijo Martín en aquel momento dándome un susto,
ya que entraba por la puerta trasera sin esperármelo.
-Ay Martín, no sabes la suerte que tienes con esta mujer que te
ha tocado. –Exclamé.
-Pues la verdad sea dicha, es la mejor de todos los Reinos de la
Tierra y cuando contaba con dieciséis años y su padre acepto y asintió, me hizo
el hombre mas feliz de todos y ya hace setenta y dos años. –Dijo, mientras un
servidor se quedaba asombrado.
Sabía que la señora Alexandra y Martín, llevaban muchos años
casados pero no pensaba que fueran setenta y dos y claro esta hacia tan solo
unos meses que había cenado con ellos y celebraban su ochenta y ocho cumpleaños,
no fallaba nada, eran una pareja entrañable, sabia y feliz.
Su secreto, Respeto y Fidelidad.
En los tiempos en
que vivimos, es muy difícil conservar una pareja, ¿Por qué? Lo desconozco, pero
al margen de cómo dicen muchas personas para tratar de excusarse o echar a
volar sus culpas irreconocidas, un servidor piensa que la clave está en dos muy
importantes, que son: Respeto y
Fidelidad.
Ánimo a todas y cada una de esas parejas que llevamos la
felicidad dibujada en la cara y no por tener en propiedad muchas cosas
superfluas o caprichos, si no, por compartir con la otra Persona absolutamente
todo con lo que vives y tienes, cosas sencillas…
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Personas son, las que utilizan palabras sin ánimo de herir sensibilidades u ofender a otros semejantes. Aquel que no respete esta máxima, no hace falta que pierda el tiempo...