…..había una plaga de ratones en el Reino, afectaba a dos
tercios de las aldeas del mismo y ya no sabíamos que teníamos que hacer.
-¡Hola Justiniano! -Le dije al Justi, el trampero, casi dándole
un susto asaltándole por la espalda.
-Cisvirer, ¿Cómo estás? –Me contestó.
-Bueno, bueno..Mejor te lo cuento tomando un vino en la
taberna de Tomás, Sus Majestades han dicho que pongas toda la carne en el
asador, el pueblo tiene problemas con esos roedores…
Hace unas
semanas que tenemos un nuevo inquilino en casa, no sé, si apellida Pérez, pero
lo que es cierto que este pequeño mamífero me tiene fuera de mis casillas.
Oigo como encima del falso techo del pasillo y el recibidor
corretea, sobretodo de noche que es cuando mejor se escucha todo; choca, me
imagino que con los pegotes de esparto y escayola que sujeta el falso techo al
cielo raso de casita.
¡Y venga para arriba y venga para abajo! Así todas las
noches pero espero que de hoy no pase, he quitado el registro del falso techo
de la cocina (como me comento un amigo) y he montado un artilugio consistente
en una fiambrera un poco grande sujeta con unas cantoneras que tenía por ahí y
dentro la ratonera, ya que el espacio es mínimo dentro.
Hasta ahora lo he dejado porque siempre dejaba algo cuando
se le caía un diente a los niños, pero el insomnio me puede…..
