….las muchedumbres se
agolpaban en la plaza mayor del Reino, que es lo que estaría sucediendo allí
con tantas gentes agolpadas.
-Buen hombre, ¿Qué es lo
que sucede? –Pregunte a un campesino.
-Una pelea Caballero, al
parecer aquel Galo le ha sacudido un puñetazo al mercader aragonés tras ver que
su mercancía era mejor que la de él, pura envidia. –Me contesto el campesino.
-¿Cómo es eso?, déjenme pasar
por favor, abran paso. –Grite al tumulto concentrado allí.
-¡a ver vos! ¿Qué ha
sucedido con el Galo? –Le pregunté al mercader Aragonés.
-Me parece Caballero, que
ya se lo ha contestado aquel campesino, no puedo añadir nada más. –Me contestó.
-Galo est-ce vrai? –Le pregunte
al mercader Galo.
(¿Es eso cierto, Galo?)
-No, no….es falso. –Me contestó.
(Non, non….c’est faux.)
-¡Prendedle! –Dije a los
Caballeros de a mi lado..
El País organizador y que representa con este pebetero Olímpico los valores que han de existir, tiene que amonestar de algún modo a este Personaje llamado Batum. |
De vergüenza, esto es lo que sentí al ver al señor Batum
golpear a uno de los nuestros, esto no se puede consentir y menos en unos
juegos Olímpicos donde imperan unos valores desde hace muchos miles de años
para que venga ahora un personaje y haga lo que le venga en gana, está claro,
eso fue una agresión en toda regla, después por la noche estuve viendo el
Taekwondo y no vi en la cara de ninguno de los Deportistas y Personas, la cara
de rabia que puso el señor Batum (por llamarlo de algún modo).
Un servidor, que ha
practicado durante muchos años Jiu-Jitsu, jamás, ha visto una cara sobre el
Tatami como la que puso Batum ayer, los que se apuntaban para aprender a pegar
fuera del Tatami, en la calle, no duraban más de un mes, porque nadie quería ponerse
de “Uke” (pareja de entrenamiento) porque no aprendías nada, solo había agresividad
y no por miedo, porque con cualquier técnica podías tumbarlo al instante y
entonces venia cuando ese personaje se daba de baja en la Escuela porque no había
conseguido su intención que era aprender a pegar para pelearse en la calle por
mero placer y nadie le había seguido la corriente; esto es lo que le ha pasado
al señor Batum pum pum, que después de agredir, nadie le ha seguido el hilo,
esto es una vez más envidia pura y dura y un servidor lo llama SINVERGÜENZA.
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Personas son, las que utilizan palabras sin ánimo de herir sensibilidades u ofender a otros semejantes. Aquel que no respete esta máxima, no hace falta que pierda el tiempo...